CALOR
Calor es el proceso de intercambio de energía térmica que se
transfiere entre dos sistemas (o un sistema y sus alrededores) debido a una
diferencia de temperatura. También se denomina calor a
la energía en tránsito que se reconoce solo cuando se cruza la frontera de un sistema termodinámico. Una vez dentro del
sistema, o en los alrededores, si la transferencia es de dentro hacia afuera,
el calor transferido se vuelve parte de la energía interna del sistema o de los
alrededores, según su caso. El término calor, por tanto, se debe de entender
como transferencia de calor y solo ocurre
cuando hay diferencia de temperatura y en dirección de mayor a menor. De ello
se deduce que no hay transferencia de calor entre dos sistemas que se
encuentran a la misma temperatura (están en equilibrio térmico).
A menudo en el habla coloquial se usan expresiones como: Cantidad
de calor de un cuerpo o ganancia de calor y se hace porque no
producen ningún malentendido y quizás porque no hay ninguna alternativa técnica
que sea tan intuitiva, pero en un sentido técnico son incorrectas. El calor,
visto desde la física, no se tiene, el calor es una transferencia. Lo que tiene un
cuerpo, es energía térmica, mejor aún, si se considera el
cuerpo como un sistema termodinámico, la energía total
del sistema tiene dos formas: macroscópica y microscópica. La
energía macroscópica es la que tiene el sistema con referencia a un origen
exterior, como la energía cinética y la potencial. La microscópica es su grado de
actividad molecular, que es independiente del sistema de referencia externo y
es lo que se conoce como Energía interna del sistema y se
representa por
Las moléculas de un sistema se agitan con cierta velocidad,
además giran y vibran de manera irregular y todo este movimiento les confiere
una energía cinética que es la parte de la energía interna que es energía
sensible, porque la velocidad promedio de las moléculas es
proporcional a la temperatura, que es lo que podemos percibir.
Pero también las moléculas están unidas por fuerzas de atracción que son más
fuertes en los sólidos, disminuyen en los líquidos y aún más en los gases, de
forma que un sistema en estado gaseoso implica una energía que ha sido
necesaria para vencer las fuerzas intermoleculares. Esta energía que tiene que
ver con la fase en que está el sistema, se llama energía
latente. Los átomos están unidos por enlaces que se forman y se
destruyen en las reacciones químicas. La energía interna asociada con los enlaces
atómicos, es la energía química. Y por fin, las fuerzas de
atracción en el núcleo de los átomos constituyen la energía nuclear, que se libera en las
reacciones nucleares. Todas estas formas de energía, se almacenan en el
interior del sistema y conforman su energía interna.
Pero hay formas de energía que no se pueden almacenar, que
solo aparecen cuando hay interacción y constituyen lo que llamamos la energía
ganada o perdida por el sistema. Estas formas de energía, son la Transferencia de calor y el Trabajo.
Cuando el origen o la fuerza motriz de la interacción es una diferencia de
temperatura, decimos que es calor, en caso contrario es trabajo.
Resumiendo, es muy común referirse a la energía sensible y
latente como calor y está bien coloquialmente, pero en realidad es energía
térmica, que es muy distinta de la transferencia de calor.
Historia de la teoría del calor
La primera referencia formal sobre la importancia del fuego
se encuentra en Heráclito (540 a. C.-475 a. C.),
quien sostenía que el fuego era el origen primordial de la materia.
Para Anaxímenes lo
caliente y lo frío son estados comunes de la materia. Consideraba que lo
comprimido y condensado era frío, y que lo raro y “laxo” era caliente, por
tanto, según él, la ‘‘rarefacción’’ daba cuenta del proceso mediante el cual se
calentaban las cosas, hasta quedar convertidas en vapor.
Aristóteles (384 a. C.-322 a. C.),
agregó dos pares de cualidades fundamentales: caliente y frío, seco y húmedo.
La razón por la cual un cuerpo tenía cierta temperatura, venía dada por las
cantidades que en él se encontraban estas dos cualidades fundamentales.
Galeno (129-199)
propuso una escala cualitativa que costaba de cuatro estados de calor y cuatro
de frío, el punto neutro se obtenía agregando cuatro partes de agua hirviendo y
cuatro partes de hielo.3
Estas ideas se mantuvieron durante más de 23 siglos. Es
curioso observar, que en este período ya se apreciaba que algunos de los
fenómenos físicos, como la dilatación de sólidos y líquidos, y la
expansión térmica del aire y el vapor, dependían del calor, pero no se prestaba
atención a las temperaturas porque no eran parte de las cualidades referidas en
la física aristotélica.
Las ideas de Aristóteles comienzan a ser cuestionadas a
mediados del siglo XVI, cuando se propone la existencia de una quintaesencia de
la materia, la existencia de un agente universal responsable de todas las
reacciones químicas. Robert Boyle (1627-1691), negó al fuego
todo carácter corpóreo y consideró que debía existir cierta unidad de la
materia, lo que implicaba que debería estar compuesta por corpúsculos.
Mientras, en el siglo XVII y los primeros años del XVIII, se
originaron discusiones sobre la estructura de la materia y ocurrió otro
acontecimiento importante en la historia del calor, Georg Stahl (1660-1734)
enuncia la teoría del flogisto. Este no debe ser
confundido con el fuego material, el que se manifiesta en la llama y en el
calor cuando se producen combustiones, sino que es un elemento inaccesible que
poseen todos los cuerpos combustibles.
En el transcurso del siglo XVII se oponen dos teorías sobre
el calor, la del flogisto, y la que defendían los seguidores de los atomistas griegos,
quienes admitían la corporeidad del fuego, considerando que éste se constituía
por partículas pequeñas, ligeras y sutiles, que tenían a su vez una enorme
movilidad para penetrar en la materia en sus diferentes estados, capaces de
operar simplemente con su presencia en forma de fluido imponderable, el calórico. Entre 1775 y 1787 Lavoisier elaboró
una teoría de los gases, en las que introducía el principio del calórico. En
este periodo surgía el concepto de temperatura y empezaron a construirse
termómetros, para medir la frialdad de las cosas. Joseph Black (1728-1799)
utilizó estos termómetros para estudiar el calor, observando cómo las
diferentes sustancias que se encontraban a desiguales temperaturas tendían a
llegar a un equilibrio cuando se les ponía en contacto.
En 1798 Benjamin
Thompson, conde de Rumford, observó en Baviera,
que al perforar cañones, la cantidad de calor que se obtenía dependía del
estado del taladro y llegó a la conclusión de que el calor no era un fluido,
sino una forma de movimiento. Dedujo la posibilidad de generar por rozamiento una
cantidad ilimitada de calor, ya que el calor generado era aproximadamente
proporcional al trabajo realizado, hecho que no era fácilmente argumentable con
la teoría del calórico. En 1812 Humphry Davy confirmó
la presunción anterior. Esta idea culmina con los trabajos del médico y físico Julio R. von
Mayer en 1842 y posterior y definitivamente en 1850 con James Prescott Joule, que establecen que
el calor y el trabajo no son más que manifestaciones de la energía térmica, la
cual puede ser convertida en un porcentaje en trabajo, mientras que el trabajo
puede ser totalmente convertido en calor.
Finalmente se comprobó que el calor no podía ser entendido
como una sustancia material, sino que es una forma de energía. Las medidas del equivalente mecánico del calorseñalaron
el fin de la teoría del calórico. De todo esto surge la termodinámica y
de ella la máquina térmica. En la misma época en que se
inició la termodinámica, estaba desarrollándose la teoría molecular de la
materia, que permite formarse una idea coherente del calor y de los fenómenos
que intervienen. La teoría cinética de los gases explicaba
muchos de los fenómenos que por medio de la teoría del calórico no podían ser
explicados.
CANTIDAD DE
CALOR
Cuando una sustancia se está fundiendo o evaporándose está absorbiendo cierta cantidad de calor llamada calor latente de fusión o calor latente de evaporación , según el caso . El calor latente, cualquiera que sea, se mantiene oculto, pero existe aunque no se manifieste un incremento en la temperatura, ya que mientras dure la fundición o la evaporación de la sustancia no se registrará variación de la misma.
Para entender estos conceptos se debe conocer muy bien la diferencia entre calor y temperatura .
En tanto el calor sensible es aquel que suministrado a una sustancia eleva su temperatura.
La experiencia ha demostrado que la cantidad de calor tomada (o cedida) por un cuerpo es directamente proporcional a su masa y al aumento (o disminución) de temperatura que experimenta.
La expresión matemática de esta relación es la ecuación calorimétrica:
Q = m·Ce·(Tf-Ti)
En palabras más simples, la cantidad de calor recibida o cedida por un cuerpo se calcula mediante esta fórmula, en la cual m es la masa, Ce es el calor específico, Ti es la temperatura inicial yTf la temperatura final. Por lo tanto Tf – Ti = ΔT (variación de temperatura).
Nota: La temperatura inicial (Ti) se anota también como T 0 o como t 0 .
Si Ti > Tf el cuerpo cede calor Q < 0
Si Ti < Tf el cuerpo recibe calor Q > 0
Se define calor específico (Ce) como la cantidad de calor que hay que proporcionar a un gramo de sustancia para que eleve su temperatura en un grado centígrado. En el caso particular del aguaCe vale 1 cal/gº C ó 4,186 J.
El calor específico puede deducirse de la ecuación anterior. Si se despeja Ce de ella resulta:
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